Es actriz, cantante y modelo. A los 16 años ostenta una inconmensurable cuenta bancaria y promete quedarse en el mercado por un buen tiempo. Sin embargo, la joven estrellita de Disney, Miley Cyrus (la protagonista de Hannah Montana), confesó que no siempre fue bien recibida y que antes de lanzarse al estrellato ya tanía problemas con sus envidiosas compañeras de secundario.
Aunque todavía no se había convertido en una mega estrella, parece que la incipiente actriz ya perfilaba “popular” y eso fue algo que no le gustó para anda a las chicas malas de su escuela. “Parecía que la operación ‘hagamos miserable a Miley’ estaba escalando en un nuevo nivel. Tres chicas me agarraron en uno de los pasillos de la escuela y me empezaron a pegar en el estómago. Cuando se fueron, me abracé a mi sándwich de queso como si fuese la mano de mi mejor amiga”, confiesa la actriz en su nueva biografía Miles to go.
Pero las chicas malas fueron por más y, a los pocos días, la encerraron en el baño de mujeres mientras que todos estaban en el aula tomando sus clases. “Me empujaron y me golpearon. Comencé a golpear la puerta hasta que mi cuerpo empezó a deteriorarse. Nadie vino. Me quedé una hora ahí adentro, esperando para que alguien me libere y preguntándome en qué momento mi vida se había vuelto una miseria”, agregó la artista.
Pese a las crueles experiencias a las que fue sometida por la envidia de sus compañeras, Miley se convirtió hoy en la indiscutida reina adolescente. A veces, el que ríe último, ríe mejor.
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